Hoy en día la gente pasa cerca del 80% de su tiempo dentro de los edificios. Cada día estamos rodeados de muchos factores químicos y biológicos perjudiciales para la salud: humedad excesiva, polvo, descargas tóxicas en la atmósfera de materiales de construcción, productos químicos domésticos, agentes alergénicos, moho en las paredes.
Después de fijar una temperatura confortable a 21-23 С° la gente empieza a hacer su vida normal y ni siquiera piensan en lo rápido que se deteriora el aire que respiran. Después de dos horas de trabajo en el aire acondicionado o la calefacción, surge un deseo natural de abrir la ventana y llenar la habitación de aire fresco. Y eso no sucede por casualidad. El problema de usar el aire acondicionado es que el aire de las habitaciones no se renueva: El aire acondicionado enfría el aire que ya está en la habitación en círculos. El filtro instalado en el medio del aire acondicionado se ensucia rápidamente con polvo, polen y bacterias. Después de un tiempo, la gente siente la falta de aire y el aumento del monóxido de carbono y aparecen mareos, dolores de cabeza y dificultades para respirar. El siguiente paso es abrir las ventanas de las que se escapa, junto con el aire saturado, la frescura tan deseada. En otras palabras, surge la necesidad de volver a encender el aire acondicionado.
Esta decisión es ineficaz y costosa. Los aires acondicionados comunes consumen entre 2 y 4 kW/hora. Cada apertura de ventana crea un esfuerzo para el aire acondicionado y la red eléctrica en su conjunto, lo que conlleva un gasto extra de energía eléctrica. Además, el trabajo del aire acondicionado con las ventanas abiertas puede llevar a una avería del equipo. Entonces, ¿cómo se ahorra en calefacción y refrigeración?
La solución a esto es un sistema correcto de ventilación y entrada. A diferencia del aire acondicionado que sólo enfría el aire, el recuperador crea un microclima confortable en la habitación, equilibra el nivel de humedad y asegura la entrada de aire fresco, rico en oxígeno y la eliminación del aire saturado con alta concentración de monóxido de carbono.
El funcionamiento del recuperador PRANA, en conjunto con el aire acondicionado, permite que la habitación se abastezca de aire fresco de la calle, manteniendo el 96% del frío o del calor. El recuperador consume 4-32 Wt/hora y le ahorra dinero, ya que los otros sistemas de aire acondicionado con más gasto de energía tendrán que trabajar menos porque la temperatura del aire es mucho más estable.
Al mismo tiempo que ahorran calor, los sistemas de ventilación PRANA regulan el nivel de humedad en las habitaciones, lo que reduce significativamente el trabajo de otros deshumidificadores o ya no son necesarios en absoluto.
¡Ya no necesitas abrir las ventanas! El aire de la calle llegará a las habitaciones al nivel requerido, mientras que la temperatura permanecerá prácticamente sin cambios. El equipo se controla por control remoto y a través de la aplicación móvil de su smartphone.
